Devocionales

No hay nada igual a la Biblia y nunca lo habrá.

“Así será mi palabra que sale de mi boca, no volverá a mi vacía sin haber realizado lo que deseo y logrado el propósito para la cual la envié”

Isaias 55:11

Al igual que la lluvia y la nieve descienden de los cielos para regar la tierra, vitalizar las plantaciones y proveernos del agua tan necesaria para la vida; la Palabra de Dios también cumple con un propósito. Cada vez que nos acercamos a la Biblia tenemos la plena certeza de que Dios nos habla con poder a través de ella, y que nunca falla en cumplir su voluntad. Así como la lluvia hace germinar y producir, la Palabra de Dios trae frutos. No permaneceremos indiferentes si escrudiñamos las Escrituras y buscamos la dirección del Padre en ellas. Ya lo decía el apóstol Pablo en 2 Timoteo 3:16-17 “Toda la Escritura es inspirada por Dios y es útil para enseñarnos lo que es verdad y para hacernos ver lo que está mal en nuestra vida. Nos corrige cuando estamos equivocados y nos enseña a hacer lo correcto. Dios la usa para preparar y capacitar a su pueblo para que haga toda buena obra”.No hay nada igual a la Biblia y nunca lo habrá. Porque la hierba se seca, la flor se marchita, más la Palabra del Dios nuestro permanece para siempre.#elDiosquenossalva

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